Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes disfrutaba, incluyendo las relaciones sexuales.
Disminución de energía, fatiga.
Dificultad para concentrarse, recordar, tomar decisiones.
Insomnio y otros desajustes del sueño.
Alteraciones del apetito con consecuencias de pérdida o aumento de peso.
Pensamientos de muerte o suicidio, intentos de suicidio.
Inquietud, irritabilidad.
Soluciones efectivas:
Las técnicas de la Terapia Familiar ayudar a comprender cómo se ha desarrollado este trastorno invalidante para la persona y ayuda a resolverlo de un forma eficaz.
La Terapia Breve nos aporta técnicas, centradas en el problema y centradas en las soluciones, muy eficaces para la solución de este trastorno.
La terapia en EMDR nos ayuda a superar la depresión, sobretodo cuando es debido a un suceso traumático (accidentes, pérdida de seres queridos, etc).